
las montañas
del Tolima



Un tesoro heredado, una historia en cada taza
Un café de especialidad que guarda memoria, sabor y esperanza.
CAFÉ LUCÍA es un café de origen colombiano que sabe a historia familiar, pertenencia por el territorio, respeto por la labor de los campesinos y el calor de un hogar.
Variedades selectas
Altura privilegiada (1855 msnm)
Producción artesanal
Prácticas sostenibles
Calidad de especialidad
Tostión media artesanal
Homenaje con legado
Expansión internacional
Nuestros productos
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El arte de esperar, el valor de cuidar

Cada grano se recoge a mano en su punto perfecto de maduración. Pasa por un proceso artesanal de fermentación en agua, se seca bajo el sol en marquesinas y alcanza la humedad ideal que asegura su frescura.
Cultivado a 1.850 metros sobre el nivel del mar, nuestro café Arábica (Castillo y Colombia) se enriquece con la altura, la humedad y los suelos fértiles del Tolima. La tostión, cuidada al detalle, despierta aromas y sabores que han sido reconocidos con 84,5 puntos como café de especialidad.
Era más o menos 1920 cuando...

En las montañas de Dolores, Tolima, los antepasados de la familia Osorio sembraron un sueño que hoy sigue vivo en cada taza de Café Lucía.
Allí, entre neblinas y suelos fértiles, nació un legado de amor por la tierra y respeto por la tradición.
Lucía Osorio, inspiración y guía, nos enseñó que cultivar café es un acto de paciencia, ternura y sabiduría.
La finca San Isidro guarda ese espíritu: cafetales bajo sombra, biodiversidad protegida y una producción artesanal que honra lo natural.
Hoy, Café Lucía es un homenaje a las madres y abuelas que abrazan con fuerza, a las historias que se heredan, a las manos campesinas que cuidan la tierra. Al elegirnos, escribes tu nombre en esta historia que es de raíces y futuro, de tierra y de gente.
Compromiso con la tierra y la gente
No cultivamos solo café: cultivamos futuro.
Conservamos la biodiversidad con cafetales de sombra y árboles frutales.
Reducimos químicos, priorizando fertilización orgánica.
Apoyamos a campesinos con precios justos y trabajo digno.
Respetamos la tierra, restaurándola cuando lo necesita.

Para nosotros, la tierra no es solo un recurso, sino un ser vivo que merece respeto y restauración. Los campesinos son sus guardianes, y cada taza es fruto de su sabiduría y de un esfuerzo que merece ser honrado.

Lo que la gente dice de nuestro café
“El café es simplemente delicioso, ¡me hace muy feliz! Su aroma es irresistible, tanto en la versión molida como en grano, que lo hace aún más especial. En mi casa es sinónimo de alegría y de buenos momentos — lo compartimos con amigos, en familia, y siempre nos une. Tiene algo único, ese toque que lo convirtió en parte de nuestra canasta familiar y de nuestras mañanas.“

Ana María Pacheco, La Calera
“Hola. La verdad, el café me tiene muy contento. Es un producto excelente; disfruto mucho prepararlo todos los días por su aroma y su sabor.”

Walbert Perez, Bogota
“Desde que probé Café Lucía me enamoré de su sabor auténtico y de su historia. Es un café que respeta el origen, apoya a las comunidades caficultoras y promueve una producción sostenible. Lo recibo molido, siempre fresco, y cada mañana siento que empiezo el día con algo bueno para mí y para el planeta. “

Alejandra Cabrera, Chía
“Buenos días. La verdad tengo dos cosas que decir: una buena y una no tan buena. La buena es que el café es delicioso, me gusta todo, hasta cómo se ven las borras. Tiene una textura y un sabor muy agradables, realmente chévere. Lo único malo es que se acaba muy rápido… ¡de resto, genial!“

Juan Cortez, Medina Cundinamarca
“No lo cambio por nada!. Además de ser delicioso y siempre fresco, me encanta saber que viene de caficultores colombianos que cultivan con respeto por la tierra. Cada taza tiene ese toque artesanal que se siente hecho con cariño. Es un café que no solo sabe bien, sino que hace bien. 💛☕️“

Laura Gómez, Bogotá
“Que vaina tan bella ese café!“
